Lo sé, tal vez ni te enteres que te escribo, quizás ni sepas que me preocupo por ti... Es clara la situación. Jamás me había puesto a pensar en como quedaste tú después de todo lo dicho, jamás me interesó saberlo. Pero hoy creo que dejando mi dolor a un lado, me gustaría que me contaras como te sientes luego de mi adiós. Fue cruel la despedida, lo sé. Ninguno de los dos quería eso en un principio, pero luego, vi que nuestro hermoso castillo creado a base de sueños, fue derrotado por tu inmensa traición, inmensas mentiras y todo eso que no quiero recalcar.
Hoy por casualidad se me ocurrió preguntarme, saber si en algún momento importé de verdad. No obtuve respuesta.
Tenemos amigos en común, ¿Recuerdas? Ellos me cuentan día a día lo feliz que eres, lo feliz que estás sin mi, que jamás me piensas ni me nombras. Me pone contenta, una sonrisa se dibuja en mi cara al saber que te encuentras bien, pero por dentro me mata el saber que no soy la dueña de tu felicidad... Como en esos tiempos.
Sólo diré unas palabras más, no te robaré más tiempo... Tal vez no sea buena en el amor, o quizás me falta un golpe de horno para descubrir lo bueno que es. Quiero que sepas, que me pone inmensamente feliz saber que te encuentras a su lado, que ella te hace bien. Ahora sí, mi pregunta está muy bien contestada, tú estás bien, feliz y creando una nueva vida.
Sólo recuerda, que cuando no puedas sonreír... Aquí estaré para regalarte MIL sonrisas.
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