No se necesita años de danza para ser un excelente bailarín, uno que recién inicia en la profesión tranquilamente puede de un momento a otro llegar más lejos de lo que imagina. No es cuestión de tiempo, sino de fe, práctica, dedicación y AMOR.
El espectador que muchas veces va a ver una obra porque le dijeron que es buena nunca la va a ver de la manera que la vemos los bailarines. Ellos pueden ver los grandes saltos, los pequeños trucos, los grandes o simplemente caminatas y corridas, pero no pueden sentir lo que siente un bailarín estando en ese lugar.
Un bailarín no baila, VIVE. Bailar no consiste en levantar la pierna a más de 90 grados, bailar consiste en sentir que cada movimiento entra en nosotros como una droga a la que nos volvemos adictos, una droga a la cual necesitamos día a día, la droga por la cual nos desvivimos momento a momento. Esa es la droga a la que el bailarín no le puede faltar jamás.
Ser bailarín no es tarea fácil, se sobrevive a cada golpe, cada caída, cada raspada, cada cosa mal realizada. Se basa en sobrevivir al mundo del que dirán, "baila mal", "no sabe moverse", etc. El bailarín que realmente ama lo que hace deja de lado cualquier comentario que ande dando vueltas y que sienta que a el le hace mal, lo evita completamente y aún así sigue bailando pese a todo.Bailar es una obra de teatro, una película, la cual hay que entender sin leer ningún subtitulo, sin esperar que alguien relate la historia. Es aquella obra donde uno como espectador solo tiene el papel de llegar, sentarse, admirar y aplaudir. Las críticas, son guardadas para el final.
Cada bailarín tiene su momento, su reflexión.
Amar el lugar donde uno deja lo mejor, eso forma parte del bailarín. Uno no se queja del mal estado del piso, escenario o donde sea que esté por bailar, un bailarín baila a pesar de tener mil pozos en el suelo.
BAILAR, hace que tus sentimientos exploren lugares y sensaciones nuevas, hace que lo que vos sentís salga a la luz a través de un paso. Bailando expresas tristezas, alegrías, enojos o cualquier otro estado de ánimo.
El que realmente lo comprende, solo ÉL lo siente.
Cuando bailo siento, VIVO, expreso y sueño en el momento.
Cierro los ojos y me transporto a otra realidad, a un mundo en el cual la danza es mi amiga, un mundo en el cual bailando todos nos entendemos.
Entrar a un escenario y saber que detrás de esa gran luz blanca que te hace ver el fondo negro, hay gente viéndote y aplaudiéndote, te hace sentir que tu vida es pura y exclusivamente FELICIDAD, gracias a eso. El que aplaude, convierte tu vida y la llena de GOZO.
Cierro los ojos y me dejo llevar por la música, que todos sepan que mi pasión es BAILAR.


